Blog

29 Enero: MARY WARD – MUJER COMPASIVA

Featured Image

Recibir compasión de otra persona es un deseo humano que da vida. Vivimos en un mundo lleno de tantos problemas; enfermedades, pobreza, conflictos familiares, desastres naturales, guerras y problemas sociales… No podemos cambiarlo todo, pero si respondiéramos, cada uno de nosotros, aunque fuera un poco, con generosa amabilidad, si fuéramos compasivos, el mundo entero cambiaría.

Nuestra compasión permite que las personas que nos rodean se sientan miradas, amadas y entendidas, de la misma manera como Cristo permitió que se sintieran todos aquellos que con él se encontraron.

Cuando Mary Ward comenzó su viaje por Europa abriendo escuelas y apoyando a las niñas, tuvo problemas y tenía muy poco dinero. En sus cartas leemos que, incluso en estos tiempos difíciles, Mary Ward estaba pensando en las demás personas de su comunidad y en aquellas que estaban luchando, con una enorme amabilidad y preocupación.

Mary Ward fue encarcelada. Mary Ward estuvo frecuentemente muy enferma. Mary Ward está ahora en el cielo con sus seres queridos.

Mary Ward, la compasiva. Su fuerza era sufrir con los demás, ayudar a la comunidad. Su objetivo no era hacerse famosa o acreditada por su trabajo. Entender a sus hermanas y hermanos en sus sufrimientos fue su manera de ser Cristo para todos.

Mary Ward tenía un corazón compasivo que anhelaba compartir la luz de Dios con todos los que se encontraba.

“Dios es suficientemente rico para todos nosotros.”

¿Dónde debo permitir que la compasión tome un papel importante en mi vida?

¿Qué me impide expresar compasión a las personas a las que evito?

Amigas y Amigos de Mary Ward, Albania

 

 

Carla Bellone