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Día 3: 25 enero 2022

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SEÑALES PARA EL CAMINO

‘Nuestra felicidad, seguridad y progreso en el Instituto consisten en tener libre y abierto acceso a Dios Todopoderoso, de donde han de venir nuestra fuerza, luz y protección.’ (Mary Ward)

‘Tu corazón debe estar en silencio para poder escuchar los susurrus del Espíritu Santo.’ (Teresa Ball)

Las palabras llenas de gracia de Mary Ward: ‘la felicidad, la seguridad y el progreso de nuestro Instituto consisten… en tener un acceso abierto y libre a Dios Todopoderoso, de donde debe venir nuestra fuerza, nuestra luz y nuestra protección’ suenan a verdad para todas nosotras; y especialmente para aquellas personas que tal vez no sepan lo que es la libertad, aquellas que están encarcelados en todo el sentido de la noción de estar en prisión.

Como capellana del centro de detención de jóvenes de Melbourne, me pidieron que ayudara en la obra de teatro de la Natividad que celebrábamos en Nochebuena. Nos acompañaron unos diez jóvenes de entre 13 y 18 años. Mientras compartíamos con ellos la historia del Nacimiento repartimos disfraces: alas de ángel, trajes de María y José y los pastores, y nos las arreglamos para encontrar un muñeco al que le faltaba un brazo para ser nuestro Jesús. Los niños empezaron a disfrazarse con entusiasmo. El chico que se vistió de María sostuvo el muñeco manco y comenzó a acariciarlo, hablándole suavemente. Fue allí donde los jóvenes encontraron la risa, la alegría, la seguridad y el progreso. Fue allí donde encontré luz, fuerza y protección; fue allí donde escuché los susurros de Jesús que compartía su celda. Aquel día nos convertimos en señales para los demás, guiándonos mutuamente por el camino.

¡Qué maravilloso sería que todas las personas supieran que tienen libre acceso a un Dios amoroso! Un acceso libre a un Dios que está tan ocupado deleitándose en su propio ser que los susurros del Espíritu Santo se convierten en un intercambio entre el Creador y la criatura, el Amante y el amado. En un mundo inundado de opciones y elecciones, las señales se vuelven esenciales para discernir lo que da vida. Para ello, estamos llamadas a entrar en un profundo silencio: «Tu corazón debe estar en silencio para escuchar los susurros del Espíritu Santo». (Teresa Ball) Las señales son la forma que tiene Dios de decir: «Estoy contigo». A veces eso es todo lo que los humanos pueden desear, una señal en el camino. Mary Ward nos señala a Dios como la fuente de la luz – tenemos que ver las señales, vivir y compartir el Evangelio con los olvidados.

¿Cómo podríamos nosotras, compañeras de Mary Ward, compartir esta fuerza, luz y protección -de hecho, la buena noticia- con toda la Creación?

Jwan Kada IBVM noviciado, Frances Tilly – Círculos de Amigos de Mary Ward Sr Rachel McLoughlin IBVM – Australia & Asia del SE

Esther Finis