COVID-19

No más normal – Liberando el futuro

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Nuestro gobierno nos dijo recientemente que la vida «volverá a la normalidad para la Navidad de 2020». Hubo reacciones diversas dentro de nuestras comunidades CJ. Algunas pensaban que «Navidad» era demasiado lejos. Algunas también se preguntaron si la vida de hecho volvería en algún momento a la normalidad. Estas se centraban en las liturgias interrumpidas, el desempleo masivo, y el cierre de escuelas. Pero en general, la idea de un «regreso a la normalidad» parecía una buena idea. ¿Pero lo es? Valdría la pena echar una larga y dura mirada a algunos aspectos de la vida antes del Covid 19 antes de decidir si un «retorno a la normalidad» se pueda esperar con ansias.

En el mundo en general, antes de la pandemia, 734 millones de personas vivían en la pobreza extrema, 690 millones de personas pasaban hambre y 79,5 millones de personas eran desplazadas por la fuerza. Para estas personas en realidad la vida no andaba muy bien. ¿Queremos volver a esta «normalidad»?  El calentamiento global, que se conoce hace décadas y al que no se reaccionó muy adecuadamente, ya estaba avanzando hacia el peligroso nivel de 1,5C antes de que la pandemia desviara nuestra mirada. Si «volvemos a la normalidad«, ¿continuaremos poniendo al planeta Tierra «nuestra casa común» en una trayectoria irreversible? ¿Debe ser esta «la nueva normalidad«? Durante la pandemia, otras criaturas del planeta disfrutaron de una antropopausa trasladándose al espacio y la tranquilidad normalmente ocupados por los humanos ruidosos con nuestros vehículos contaminantes. Los humanos notaron la naturaleza al caminar por el campo disfrutando de los placeres sencillos de la creación y respirando aire fresco. ¿Queremos volver a la «normalidad» de aire contaminado, tráfico ruidoso y calentamiento global irreversible?

Durante el encierro, nuestro gobierno trasladó a todos los sin hogar que vivían en la calle a hoteles vacíos, ya que quedarse en la calle se consideraba un riesgo para la salud de todos los demás. ¿Ahora, al salir del encierro, queremos «volver a la normalidad» y poner a los sintecho de nuevo en las calles?

Ahora, seguramente, tenemos la oportunidad de «preparar el futuro» como el Papa Francisco nos ha exhortado. El no dijo «preparar el futuro», lo cual representaría un futuro determinado por otros, sino que nos invitó a pensar y orar profundamente sobre un futuro con valores diferentes. Un futuro que reconoce la necesidad de una mayor justicia y cuidado de todas las criaturas, tanto humanas como de otros seres vivos. La pandemia nos ha dado la oportunidad de hacerlo.

Hemos descubierto, y sin duda seguiremos descubriendo, lo frágil que es la sociedad y sus sistemas. Incluso en los países más ricos los sistemas de salud casi se derrumbaron; las cadenas alimentarias sufrieron fuertes tensiones y los mercados de trabajo se desvanecieron. ¿Queremos «volver a la normalidad» o preparar el futuro? Para eso necesitamos resiliencia y sostenibilidad para la salud, la sociedad y el planeta. Las hermanas de María Ward están llamadas a ser resilientes. Tal vez podamos ser testigos de esto ayudando a «preparar el futuro» en lugar de anhelar un «retorno a la normalidad para Navidad«.

‘Qué exige de ti el Señor: nada más que practicar la justicia, amar la fidelidad y caminar humildemente con tu Dios’ (Miqueas 6:8)

Frances Orchard CJ

Julio 2020

Carla Bellone