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Carta de Pascua 2023

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Estamos muy contentas de compartir con todos/as vosotros/as la Carta de Pascua escrita por la Superiora General, Hna. Veronica Fuhrmann.

Cristo ha resucitado gloriosamente de la muerte. Su luz aleja la oscuridad de los corazones. De la liturgia pascual       Pascua 2023 Queridas compañeras en el Señor, Estas palabras de la liturgia de la Vigilia Pascual ofrecen un resumen condensado de lo que ha sucedido y sigue sucediendo en nuestras vidas en Pascua. La luz, símbolo de la resurrección, vence por fin las tinieblas del sepulcro, ilumina todas las noches. Quiere llegar al rincón más oscuro de nuestro corazón y de nuestro mundo y proclamar que las tinieblas y la muerte no tienen la última palabra. A la luz de la resurrección encontramos una nueva orientación, podemos experimentarnos redimidas y liberadas del miedo al sinsentido, a la pérdida y a la muerte; redimidas y liberadas a la alegría de una vida nueva que se nos ha dado. Hemos «nacido de nuevo para tener una esperanza viva mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos» (1 Pe 1,3). La resurrección de Jesús es el Sí incondicional de Dios a nosotras. No ha abandonado al ser humano, no nos ha abandonado a nosotras, nos ha dado un nuevo futuro, una nueva promesa, una nueva vida. Desde la resurrección, el encuentro con Jesús vivo es posible en todo lugar y en todo momento. La luz, la vida que triunfa sobre las tinieblas y la muerte, no sólo nos da una nueva perspectiva de nuestra propia vida, sino que también nos permite mirar nuestro presente y nuestro mundo de otra manera. Dios no nos ahorra el sufrimiento, las tinieblas y la tumba, pero en Cristo las tinieblas se convierten en un pasaje hacia una vida nueva y nos llena de una esperanza que es más fuerte que toda desesperación -aunque a veces parezca una esperanza frágil y sintamos impotencia ante la abundancia de sufrimiento en nuestra tierra. Dios nos saca de la oscuridad y el horror del Viernes Santo, del luto silencioso y aturdido del Sábado Santo, para llevarnos a la mañana luminosa del júbilo pascual. En los textos pascuales, todos los encuentros con el Resucitado culminan en la misión. Como a los discípulos, Jesús nos dice «Id a todas las naciones y haced discípulos míos a todos los pueblos» (Mt 28,19). Jesús quiere que llevemos el mensaje de salvación al mundo. La alegría y la esperanza deben y quieren ser comunicadas, y quienes han encontrado verdaderamente al Señor resucitado no pueden dejar de testimoniar esta experiencia con su vida y transmitirla. La Pascua puede ser una ocasión para preguntarnos si nuestras vidas dan a los demás una respuesta creíble a la cuestión de la esperanza. ¿Estamos viviendo y difundiendo la esperanza y la alegría que pueden disolver el entumecimiento y superar el desánimo? ¿Pueden otros experimentar la Pascua a través de nuestras vidas? Dejémonos interpelar y tocar de nuevo por el Resucitado, y convirtámonos en verdaderas personas de Pascua en las muchas tinieblas de nuestro tiempo, «difusoras» de luz, esperanza y alegría, porque en Cristo la vida ha triunfado sobre la muerte. Les deseo a todas una feliz y bendecida Pascua y las saludo de todo corazón, Veronica Fuhrmann CJ
Carla Bellone