Nuestra misión

Vemos la misión como una participación en el envío de Cristo al mundo: «Como el Padre me ha enviado, así os envío yo». (Juan 20:21) Como mujeres ignacianas, la misión está en el corazón mismo de la vida de la Congregatio Jesu. Entendemos nuestra llamada a la vida consagrada como parte de la misión universal de la Iglesia. Como Jesucristo envió a sus discípulos con las palabras: «Id al mundo entero; proclamad el Evangelio a toda la creación» (Marcos 16:15), así vemos nuestra misión como universal y no limitada a un lugar o a una obra particular.