La Cuaresma es un tiempo en el que nos centramos en la oración, el ayuno y la limosna, para prepararnos dignamente para la celebración de la Pascua. Es un tiempo para expiar nuestros pecados y desprendernos de todo lo que nos impide alcanzar las alturas. Estos 40 días son también un tiempo en el que hacemos un esfuerzo adicional para crecer en santidad y amor a Dios. En nuestra comunidad, las prácticas cuaresmales tradicionales de oración, ayuno, abstinencia y limosna se practican de distintas maneras. Además de los ayunos obligatorios del Miércoles de Ceniza y del Viernes Santo, las hermanas ayunan todos los viernes. Las ancianas y las enfermas que no pueden ayunar un día entero se abstienen de comer fruta los viernes. Otra práctica de abstinencia común en nuestras comunidades es abstenerse de comer alimentos no vegetarianos (es decir, carne y pescado) durante los 40 días de Cuaresma. El dinero ahorrado mediante las distintas formas de abstinencia se ofrece a la iglesia parroquial como ofrenda de Cuaresma durante los oficios de Semana Santa. La oración es otra práctica cuaresmal importante en nuestra comunidad. Cada semana, las hermanas dedican un tiempo a rezar y meditar el Vía Crucis. A su vez, cada hermana de la comunidad dirige creativamente el Vía Crucis para guiar al grupo en la meditación sobre la Pasión de Cristo. La meditación de la Pasión de Cristo crea conciencia de nuestra pecaminosidad y nos inspira a superar nuestras debilidades, practicar la autodisciplina y vivir una vida santa. La Pasión de Cristo también nos llama a ver el sufrimiento de Cristo en la humanidad de hoy y nos anima a rezar por el mundo que sufre. También en nuestra comunidad, durante la Cuaresma, dedicamos horas extra a la oración personal ante el Santísimo Sacramento, rezamos el Rosario de la Divina Misericordia por las necesidades del mundo y leemos las Escrituras. Las visitas familiares son una de las prácticas de la Cuaresma. Las hermanas pasan tiempo con las familias y los miembros del personal, escuchándoles y conociéndoles.
Sr. Mariette Pinto CJ
St. Mary’s, Gorkha
Nepal Region.
