Blog

Semana de Mary Ward: día 6

Featured Image

Discernimiento: Un viaje a lo desconocido

‘…algunos sacerdotes y hombres letrados nos urgían con insistencia a que tomáramos alguna de las Reglas ya aprobadas. Nuestros amigos nos procuraron algunas Reglas de Italia y Francia e insistieron seriamente que eligiéramos una de ellas. Pero no parecía que eran lo que Dios quería de nosotras. La negativa a aceptarlas nos causó muchas persecuciones, tanto más, cuanto que yo las rechazaba todas, pero sin poder decir lo que en realidad quería, o a qué me sentía llamada. Por esta época, en el año 1611, enfermé gravemente. Ya me había repuesto bastante (gracias a un voto de hacer una peregrinación a Nuestra Señora de Sichem) y estando sola y en una extraordinaria tranquilidad de espíritu, percibí distintamente, no mediante el tono de una voz, sino con el entendimiento, estas palabras: Toma lo mismo de la Compañía, se me dio a entender que teníamos que tomar lo mismo, tanto en cuanto al contenido como a la forma, exceptuando solo lo que Dios ha prohibido por la diversidad de sexo- Esta pocas palabras derramaron tanta luz sobre este Instituto, infundieron consuelo y fuerza y transformaron el alma de tal manera que me fue imposible dudar de que procedían de Aquel cuyas palabras son obras. (…) Respecto al nombre, he comprendido dos veces, en años distintos, de una manera tan particular como en las otras ocasiones que he contado, que la denominación tiene que ser la de JESÚS. Y tres o más veces, que resultarían grandes inconvenientes para ambas partes si las nuestras dependieran de alguna manera de la Compañía….

Carta de Mary Ward a Mons. Antonio Albergati,1621
Carla Bellone