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27 Enero: MARY WARD – FARO DE LUZ

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A menudo hemos escuchado a la gente decir: «detrás de un gran hombre hay una gran mujer.»  ¿Alguna vez nos hemos detenido a pensar en lo contrario? ¿Quién está detrás de una gran mujer? Nadie. ¿Por qué? La razón de esto es que desde tiempos antiguos nuestra sociedad ha sido una sociedad machista y chauvinista. Pero entonces, ha habido una gran mujer que vio y creyó en la fuerza que poseían las mujeres. Esta gran mujer fue Mother Mary Ward, nacida el 23 de enero de 1585 en la Inglaterra isabelina. Ella creía firmemente que,

 “El amor de Dios es como un fuego que no se deja extinguir porque es imposible amar a Dios y no trabajar para extender su Gloria.”

Y así comenzó a ser un faro de luz en la sociedad. Desde su infancia, Mary Ward había visto intolerancia religiosa en Inglaterra y durante todo el tiempo vio sufrir a los católicos. Su abuela también había sido encarcelada, pero esto no la asustó. Nació en una familia noble y si hubiera querido, podría haber llevado una vida cómoda. Pero era una mujer de gran fe; dejó su hogar para servir a la sociedad. Ingresó en un convento y se dedicó al ministerio activo. No dudaba de su Maestro, sino que confiaba totalmente en Él. Con un grupo de fieles compañeras se estableció como comunidad religiosa en San Omer y abrió escuelas para niñas. Su aventura fue un gran éxito, pero no fue aceptada y tuvo que enfrentarse a la oposición. Mary Ward se alzó sobre la tormenta en busca de la luz del sol. Ella decía,

 “El mejor modo de sobrellevar las dificultades es darle gracias a Dios por ellas; y actuar no por temor sino solamente por amor.”

  Sin importar cuán duros fueran los tiempos, Mary mantuvo la cabeza alta y realmente fue un faro de luz. En su interior estaban el fuego de Dios y su causa. Es este mismo fuego el que brilla hasta ahora. Mary Ward ofreció una visión audaz de lo que las mujeres podían y harían en la vida religiosa y fue pionera de un sistema educativo que las preparaba para su papel al servicio de la Iglesia y la sociedad en general. Desde entonces, se han fundado muchas escuelas, que han convertido a muchas niñas en hermosas mujeres que sirven a la sociedad, llevan la antorcha y la transmiten para eliminar la oscuridad. La sonrisa en sus rostros es la firma de los esfuerzos que han realizado.

Por tanto, queridas amigas y amigos, Mary Ward ha sido verdaderamente un faro de luz. Ella tenía razón y Dios estaba de su lado. Lo dejó todo en las manos de Dios porque sabía que en su momento encontraría la mano de Dios en todo. Aunque los tiempos eran oscuros y difíciles, siguió adelante para iluminar el camino de los demás. Y ahora nos toca a nosotras mantener el fuego encendido. Recordad que «Su visión es nuestra misión» y que debemos transmitirla.

¿Cómo trasmito la visión de Mary Ward a través de mi vida de cada día?

¿He experimentado la chispa divina de Dios dentro de mí?

Nalini Gurung – Amigas y Amigos de Mary Ward, India

 

 

Carla Bellone