Como el confinamiento es todavía total en Italia y continuará hasta por lo menos los primeros días de mayo, celebramos el Triduo Pascual en casa, con las hermanas que vivimos aquí actualmente: los miembros del Generalato, la comunidad en Roma y las seis participantes del curso de formación de la UISG que permanecerán con nosotras hasta junio.
Estamos agradecidas de haber podido celebrar tanto la Misa de la Última Cena como la Misa de la Vigilia Pascual en forma online con el Papa Francisco. Para el Viernes Santo y el Domingo de Pascua, preparamos nuestra propia Liturgia de la Palabra y recibimos la comunión.
Como el clima era muy agradable, el lunes de Pascua disfrutamos de un almuerzo en el jardín para concluir el Triduo en un ambiente de comunión y amistad.
El Aleluya de Pascua de este año fue más silencioso, la decoración más simple, pero la alegría interior de que Jesucristo ha resucitado de entre los muertos se sintió más profundamente.
Una especial sorpresa de Pascua nos llegó de la provincia de Corea. Las hermanas hicieron unas máscaras lavables muy bonitas y resistentes para protegernos de ser infectadas por el Covid-19 cuando se nos permita salir de nuevo. ¡Les estamos muy agradecidas!
