¿Quién es esta mujer? ¿Qué la motiva?
Soy Cecilia y vivo en Myanmar como misionera. Mi vida en Myanmar como misionera es un gran desafío para mí. A medida que la situación política empeora, la economía va de mal en peor sin que se vislumbre un final. Muchas personas pasan hambre y sufren desde el golpe de Estado del año 2021. Aunque quiero hacer más por los pobres, es difícil ser activa públicamente. El gobierno militar es muy reacio a apoyar a los residentes locales pobres porque cree que muchas de las fuerzas antigubernamentales se encuentran entre los pobres. Tengo que preocuparme por mi seguridad cuando distribuyo arroz y aceite a los pobres, cuando brindo oportunidades educativas a los niños y cuando visito esas zonas. ¿ Debería simplemente vivir en paz en esta situación? Trabajo para niños y jóvenes en barrios marginales y con frecuencia pienso en Mary Ward: si viviera aquí, ¿qué haría? Comparo mi situación actual con la situación de Mary Ward.
La canción “Guíanos, Mary Ward” me da una respuesta clara. “¿Qué nos está diciendo?” Al escuchar la canción, me siento profundamente reconfortada y feliz porque siento que lo que estoy haciendo está en consonancia con el sueño de Mary Ward. Y la canción nos dice “Cuán hermosos son los pies de los que traen el evangelio de la paz”. Sé que este es un lugar de gran desafío y peligro, pero también es un lugar más profundo al que Jesús nos llama. Por lo tanto, ¡aceptaré el desafío! Caminaré con Jesús y Mary Ward en esta situación oscura. “Todo estará bien porque Dios está cerca.”
Cecilia Lee CJ
Al mudarme a Australia para estudiar teología, mi ministerio actual es cultivar conocimientos y profundizar en el mundo académico. Estudio y vivo la vida ordinaria, encontrándome compartiendo la vida escondida de Jesús en el pequeño pueblo de Nazaret. Durante treinta años vivió y trabajó tranquilamente entre su familia y sus vecinos, siendo recordado no por su grandeza sino por su simplicidad humana. Reflexionando sobre este misterio, he afirmado la importancia de la vida ordinaria y la esencialidad de la familia y la comunidad, aquellos a quienes Dios me envió para tomar mi mano y caminar conmigo. Cuando escuché “Guíanos, Mary Ward”, la frase “toma mi mano y camina conmigo” permaneció conmigo durante días. Es una invitación a superar la noción de ser forasteros: “yo” versus “tú” y “nosotros” versus “ellos” para construir un círculo de amigos. Y, sin embargo, la unidad en el compañerismo no significa necesariamente “una gota se disuelve en el océano”, sino más bien la realización simultánea de una individualidad más profunda. Como afirmó Teilhard de Chardin: “La verdadera unión diferencia”. Al unirme a este círculo de amigos y seguir los pasos de Mary Ward al llevar el Evangelio de la paz, sentí el llamado a ser no simplemente una mensajera sino un canal de paz, comenzando por estar en paz con quién soy y dónde estoy. Y creo que la paz genuina desde dentro es uno de los testimonios más vívidos, contagiosos y poderosos del Evangelio de la paz.
Tran Tuyet Trinh IBVM
Para la reflexión
¿Qué te desafía en el lugar dónde estás? ¿A dónde te está llamando Jesús? ¿Qué haría Mary Ward si estuviera en tu situación? ¿Cómo experimentas la presencia de Jesús en el espacio sagrado que él te invita a ser?
