COVID-19

Nuestra respuesta a la pandemia de Covid-19 – María Ward, Lubhu – Nepal

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La Escuela María Ward de Lubhu se estableció en 1997 con el objetivo principal de proporcionar una educación de calidad a los niños pobres y desfavorecidos de Lubhu y sus aldeas vecinas. Admitimos a los niños de familias emigradas de las montañas, trabajadores diarios y de aldeas lejanas. Además de la escuela, también trabajamos para el empoderamiento de la mujer, teniendo en cuenta la dignidad de la mujer en la sociedad. En nuestra escuela, hemos establecido el «Centro de Sastrería María Ward» para las mujeres pobres de Lubhu y de los pueblos cercanos.

Our School under lockdown due to Covid-19

El 24 de marzo de 2020 se anunció un cierre indefinido en Nepal por la propagación del coronavirus. Muchos padres entonces nos solicitaron clases en línea. Por lo tanto, comenzamos dando clases virtuales para la escuela secundaria y, más tarde, también para las otras clases. Todos los estudiantes no pueden asistir a las clases en línea debido a varias razones, como la falta de conexión a Internet o Wi-Fi, o no pueden pagar por una línea de datos o un teléfono inteligente y otros han regresado a sus aldeas porque sus padres perdieron el trabajo o su medio de sustento en la ciudad. Los profesores acostumbrados a la enseñanza tradicional en un salón necesitaron capacitación para las clases en línea. Tuvimos dos sesiones de capacitación para todos los profesores para ayudarles a dar clases en línea de manera efectiva. Se organizó un seminario web para todos los profesores de la escuela CJ para ayudarles a hacer frente a los desafíos de la pandemia en temas como la salud mental, y para concientizar sobre cómo manejar la situación estresante con valentía, positividad y resiliencia.

Distribución de provisiones a los necesitados

En Lubhu hay un buen número de familias de asalariados diarios que no logran llegar a fin de mes durante esta pandemia.

Viven en habitaciones alquiladas y han perdido su trabajo diario, y nuestra comunidad decidió ayudarlos con provisiones como arroz, lentejas (dhal) y aceite. Alrededor de cincuenta familias, incluyendo a nuestros católicos, beneficiaron de esta ayuda.

Hemos asignado una pequeña parcela de tierra detrás de nuestra escuela a los sin tierra para cultivar sus verduras. La cosecha fue buena a pesar del poco tiempo que le dedicaron y compartieron los frutos entre ellos.

Hnas.  Marisa, Edwina, Nancy and Monica

Carla Bellone