Corpus Domini 2023

Featured Image

Una reflexión de la Hna. Charlene Makuzha CJ – Región de Zimbabue

El Corpus Christi es para mí una solemnidad única en la que contemplamos uno de los mayores misterios de la vida de Cristo. Se muestra en los símbolos del amor insondable de Cristo, donde Él se esconde en las especies de pan y vino que se transubstancian en su Santísimo Cuerpo y Sangre durante la consagración.

Este gran misterio del amor en acción es un sacramento. Veo en él el amor inmenso e incondicional de Cristo por la humanidad, y especialmente por mí misma, consciente de mi indignidad. No hay amor más grande para el ser humano que éste: Cristo no sólo se hizo hombre, sino que amó tanto a la humanidad que nos dio su cuerpo y su sangre como memorial, para nuestra edificación y alimento espiritual.

Las procesiones que se celebran en este día, para mí, significan que Cristo está allí para santificar a TODOS y TODAS, a todo el pueblo y a la creación en general. La exposición pública tiene un gran significado y muestra la universalidad del amor de Cristo. Es un símbolo del poder redentor de nuestro Señor y Salvador.

Cristo me amó tanto que me dio algo a lo que aferrarme, no un mero y vano signo, sino su cuerpo y su sangre reales, el don mismo de sí mismo que nos ofrece continuamente a todos/as nosotros/as cada vez que hay una celebración eucarística.

En el sacramento de la Eucaristía, recuerdo cómo Cristo sufrió y dio su vida por mí. Sufrió por mi salvación. La gran solemnidad del sacramento del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo se convierte entonces en una solemnidad que debo vivir y no en una celebración puntual.

En el acto de recibir el Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, hay una intimidad espiritual indecible, pues Cristo se hace vida en mí cuando lo recibo. Es algo impresionante para mí contemplar la reverencia con la que los demás y yo lo recibimos, físicamente en nuestras lenguas, y sin embargo algo más profundo sucede en lo invisible.

Por último, me recuerda mi obligación para con mis hermanos y hermanas. Me desafía a dar mi vida en beneficio de los demás. Como religiosa consagrada a Cristo, siento que mi vocación me exige estar centrada en los demás, a pesar de los desafíos y el dolor que experimento al hacerlo.

Sr Charlene Makuzha CJ
Zimbabwe Region
Carla Bellone