OBSTÁCULOS EN EL CAMINO
‘Prepárense para pasar por muchas dificultades; nunca traten de huir de lo que nuestro Salvador abrazó tan de buen grado.’ (Mary Ward)
‘Si agradamos a Dios, ¿qué necesidad tenemos de preocuparnos si el mundo entero está en contra nuestra?’ (Teresa Ball)
Nuestra vida y nuestra misión siempre estarán plagadas de obstáculos de todo tipo. Algunos obstáculos, como la pandemia de Covid-19, la agitación política, la recesión económica, las calamidades naturales, la guerra y los conflictos, la pérdida de seres queridos, son externos a nosotras; rara vez tenemos control sobre ellos. Otros, como el amor propio, la voluntad y el interés propio, son internos a nosotras; podemos tener control sobre ellos. Sean externos o internos, tengamos o no control sobre ellos, todos los obstáculos pueden convertirse en acontecimientos kairós, fuentes de gracia.
Todos los obstáculos se convierten en manantiales de gracia cuando los abrazamos y los unimos con el obstáculo aparentemente más grande que el mundo ha presenciado, pero que nos regaló la salvación, es decir, la pasión y muerte de Nuestro Señor. En tal unión descubrimos que en cada obstáculo nuestro el Señor se sigue entregando en sacrificio; porque Èl nos lo ha prometido: ‘Yo estoy con vosotros siempre, hasta el fin del mundo’. (Mt.28,20)
¿No es éste el mayor regalo que nos han transmitido Mary Ward y Teresa Ball, que Dios puede convertir los obstáculos en oportunidades que dan amor y promueven la vida? Sin duda, sus vidas y sus tiempos no fueron un lecho de rosas. En un mundo repleto de guerras religiosas, plagas, persecuciones, incertidumbres y dudas personales -obstáculos externos e internos- tuvieron que recorrer el camino de la cruz y llevar la corona de espinas. Sin embargo, gracias a su inquebrantable confianza en el Señor, se vieron capacitadas para responder a estos obstáculos de forma inédita y marcar la diferencia en el mundo de su tiempo.
Inspiradas por nuestras fundadoras, y junto con nuestra Madre María, pongamos también nosotras todos nuestros obstáculos al pie de la cruz para que Dios los transforme en fuentes de su amor y compasión en este mundo. Recemos con San Pablo para que, aunque estemos sometidos a toda clase de obstáculos, nunca nos angustiemos; puede que no veamos ninguna salida, pero nunca desesperemos; puede que nos persigan las ti nieblas a nuestro alrededor, pero nunca nos aislemos de la Luz.
¿Cuáles son algunos de los obstáculos externos e internos a los que nos enfrentamos en nuestra vida y misión hoy, como personas y como comunidades?
¿Cómo podemos transformar estos obstáculos en acontecimientos kairós, en fuentes del amor y de la misericordia de Dios, con su ayuda?
Sr Vinita Mazhuvancherry CJ – Nepal
